Explicamos en este vídeo el enfoque que seguimos en #ASPACEnet para el uso de la tecnología como forma de apoyo a la participación social de las personas con parálisis cerebral
Explicamos en este vídeo el enfoque que seguimos en #ASPACEnet para el uso de la tecnología como forma de apoyo a la participación social de las personas con parálisis cerebral:
https://www.youtube.com/watch?v=_BMFbmDFhe4
Para poder entender mejor el modelo en que nos basamos, partimos de la contraposición con el modelo rehabilitador o modelo experto, imperante durante buena parte del siglo XX. En este modelo la discapacidad se entiende como enfermedad, por ello, se le da una respuesta desde los profesionales de la salud. Ello implica que las personas con diversidad funcional han recibido, a lo largo de todo su ciclo vital, múltiples indicaciones y tratamientos orientados a la restitución del estado de salud considerado óptimo (rehabilitación). Los tratamientos suelen ser antepuestos a otras necesidades de las personas (juego, socialización, ocio, participación en diferentes entornos, etc.) y se suelen mantener a lo largo del ciclo vital, por lo que se restringe la posibilidad de participar en actividades naturales, dificultando el propio desarrollo de la persona. En el modelo rehabilitador los servicios están altamente profesionalizados y las personas son receptores pasivos. En este modelo la tecnología se orienta a suplir las funciones o capacidades no presentes, para rehabilitarlas y se le otorga la expectativa de que el desarrollo tecnológico y científica hará desaparecer la discapacidad.
Desde #ASPACEnet apostamos por proyectos basados en el modelos social o de participación. Este enfoque se basa en el modelo de los apoyos de la AAID y en la CIF de la OMS (entre otros). Según el primero, el funcionamiento de las personas no depende sólo de sus capacidades, sino de los apoyos de que dispongan para su desempeño, tanto en la disponibilidad del apoyo como en la adecuación del mismo al tipo de funcionamiento de la persona. La mayoría de las actividades que desempeñamos en el día a día (desplazamiento, comunicación, acceso a la información, trabajo) son viables si disponemos de los apoyos necesarios (medios de transporte, infraestructuras, educación, ordenadores, etc.).
Según la CIF, el funcionamiento humano depende de una interacción sistémica entre las funciones y corporales, las actividades, y la participación en el medio. Mediado por la condiciones de salud, los factores ambientales y los personales. Los apoyos son factores ambientales fundamentalmente.
Todo ello nos lleva a una serie de consecuencias:
- El desarrollo de las personas se produce fundamentalmente por la participación en diferentes actividades, entornos y relaciones sociales, más que por los esfuerzos profesionales
- La diversidad funcional existe y existirá siempre. Por tanto hay que considerarla en el desarrollo de las sociedades
- Participar y dirigir la propia vida son derechos fundamentales de las personas
- El esfuerzo debe dirigirse a todos los elementos (accesibilidad, educación, cultura, actitudes) y no sólo a modificar a la persona
- Todas las personas tenemos similares necesidades, no hay necesidades esenciales diferentes para personas con diversidad funcional
- Ello conduce a cambiar la consideración de beneficiarios sociales a consumidores, votantes, representantes,... ciudadanos de pleno derecho.
Si nos centramos en la tecnología, podemos afirmar qué:
- La tecnología es un factor más del entorno, un apoyo fundamental en nuestras vidas y facilita nuestro funcionamiento en actividades críticas como el desplazamiento, uso de herramientas, comunicación y acceso a la información
- En estas actividades críticas suelen encontrar importantes barreras las personas con PC, por tanto, cuando las tecnologías son inclusivas, pueden facilitar la participación, pero si no se tiene en cuenta la diversidad funcional de la población, se diseñan y crean nuevas barreras para una parte de la ciudadanía
- La tecnología no es un fin, la tecnología es un apoyo para desempeñar nuestras actividades, dirigir nuestras vidas y participar como ciudadanos de pleno derecho
En consecuencia, los proyectos #ASPACEnet promueven que la tecnología no sea un fin en sí mismo, sino una forma más de apoyo para que las personas puedan maximizar sus opciones de ser dueños de sus propias vidas, realizar actividades de su interés, mostrar sus capacidades y aportaciones a la sociedad, comunicar y defender sus intereses, disfrutar de nuevas relaciones sociales, nuevos entornos y nuevos roles.
Descárgate el documento #ASPACEnet: La tecnología como apoyo para la participación social
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