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“Al hacerme una mamografía me sujetan dos personas, una de cada brazo”

Las niñas y mujeres con parálisis cerebral denuncian, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las situaciones de distintos tipos de violencia que sufren en su día a día.

El 26,6% de mujeres con discapacidad ha sufrido violencia física en sus relaciones de pareja.

El 22,1% de mujeres con discapacidad ha vivido algún tipo de agresión sexual durante su vida.

Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, mujeres y niñas con parálisis cerebral levantan su voz para denunciar las situaciones de violencia que sufren en su día a día. Si nos acercamos a algo tan cotidiano para las mujeres como son las revisiones ginecológicas, observamos que, según datos recogidos de nuestras formaciones en derechos, el 90% de las mujeres con parálisis cerebral no acude a estas consultas. Esto se debe principalmente a la infantilización estructural de su condición de mujer y a la falta de accesibilidad universal de los servicios de especialidades.

“Necesitamos que se adapten las consultas de ginecología y obstetricia a nuestras necesidades. Es indignante que, cuando voy a realizarme una mamografía el aparato no esté a mi altura, me tienen que sacar de mi silla y sujetarme entre dos personas, una de cada brazo. Esto invade mi intimidad y mi derecho a la igualdad como mujer”, así nos cuenta su experiencia Rocío Molpeceres, representante de Confederación ASPACE en el Consejo de Participación de CERMI Mujeres y en la Comisión de Género de CERMI Estatal.

Yo, que tengo capacidad cognitiva plena llevo sufriendo toda la vida infantilización. No se me ve como mujer y la sexualidad es un tema prohibido para mí. En los casos en que, además, se suman grandes necesidades de apoyo a nivel cognitivo, la situación se agudiza. Ni siquiera se les viste como mujeres adultas. ¡No somos niñas eternas!”, explica la activista con parálisis cerebral.

Una de las principales manifestaciones del paternalismo social en niñas y mujeres con parálisis cerebral es la negativa de su sexualidad. La discriminación interseccional que sufren, por ser mujeres y por su parálisis cerebral les posiciona en una situación de especial vulnerabilidad, y les deja en un eslabón inferior al de otras tipologías de discapacidad que pasa necesariamente por el reconocimiento como mujeres, y por tanto  deseantes, deseadas y deseables.

Lo mismo sucede con las relaciones de pareja. Además, en este caso, quiero alzar la voz en nombre de todas las mujeres con parálisis cerebral, se necesitan recursos humanos suficientes para vivir en pareja, con independencia de la solución habitacional”, demanda la representante de Confederación ASPACE en el Consejo de Participación de CERMI Mujeres.

Es por lo tanto importante considerar el sobrecoste asociado a la parálisis cerebral. Solo así se dotarán de recursos humanos y materiales suficientes para el ejercicio de sus derechos, con independencia de sus grandes necesidades de apoyo a nivel físico, cognitivo o por una combinación de ambos.

Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019

La violencia de género en mujeres con discapacidad en todas sus manifestaciones es sustantivamente superior a la ejercida sobre mujeres sin discapacidad. Así lo constata la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, que, por primera vez ha desagregado los datos por situación de discapacidad. En concreto, el 55,2% de las mujeres con discapacidad ha vivido algún tipo de violencia a lo largo de su vida frente al 42,9% de las mujeres sin discapacidad.

Estos datos, que todavía no constatan la incidencia real según la tipología de discapacidad, reflejan una de las principales consecuencias de la discriminación interseccional.

De esta investigación social llevada a cabo por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, destaca, tanto por su gravedad como por su incidencia, la violencia física y sexual sobre mujeres con discapacidad. El 26,6% de mujeres con discapacidad ha sufrido violencia física en sus relaciones de pareja frente al 16,5% de mujeres sin discapacidad. En el caso de la violencia sexual, el 22,1% de mujeres con discapacidad ha vivido algún tipo de agresión sexual durante su vida en pareja frente al 12,8% de mujeres sin discapacidad.

La Macroencuesta de Violencia de Género evidencia una incidencia mayor de este tipo de violencia en sus diferentes manifestaciones. En el caso de las mujeres con parálisis cerebral esta situación resulta especialmente alarmante, debido a sus grandes necesidades de apoyo y su mayor vulnerabilidad”, sostiene Ángeles Blanco, responsable de Derechos y Asesoría Jurídica de Confederación ASPACE.

La principal manifestación de violencia de género en mujeres con parálisis cerebral es la violencia psicológica y de control. Preocupan especialmente los casos en los que se produce mediante el empleo de redes sociales, tanto por su dificultad de abordaje legal como por su grave impacto emocional”, destaca Blanco.

Por ello, desde Confederación ASPACE hemos puesto en marcha el pasado mes de mayo un canal específico de atención a la violencia de género, donde las niñas y mujeres con parálisis cerebral podrán solicitar ayuda a través del WhatsApp en el número 661 347 869. El servicio, enmarcado dentro del programa ASPACE por tus Derechos, acompaña legalmente a las víctimas y deriva a recursos sociales específicos los casos que así lo precisan.

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