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Han sido unos días maravillosos llenos de risas y diversión.

La experiencia única de la terapia ecuestre, las salidas a la vaquería, los bomberos, la piscina, las veladas... han hecho que todo el grupo haya podido disfrutar de unos días inolvidables rodeados de naturaleza.

¿Para repetir? Por supuesto, el año que viene volveremos a vernos.

Este año volvimos a León, concretamente a la Fundación Carriegos, en Robledo de Torío, a disfrutar del turno de vacaciones desde el 13 hasta el 19 de agosto.

Como cada año realizamos múltiples actividades que nos propone la Fundación y, que previamente son elegidas por los beneficiarios. La estrella de las mismas, y de la que más disfrutan l@s chic@s, es la Terapia Ecuestre, dónde viven momentos de tranquilidad, de aprendizaje, de disfrute, de rehabilitación …  y una especial interacción con los terapeutas y los caballos.

Aunque la Terapia es uno de los ejes de la fundación, no se pueden olvidar los talleres que hemos hecho allí cada mañana, los ratos que pasamos en la piscina o las salidas, fuera de las instalaciones, como la visita a la vaquería del pueblo o a los bomberos de León, que nos permitieron conocer más allá el trabajo que realizan y cómo se preparan día a día.

Muy interesantes las veladas preparadas por nuestros monitores, como broche final del día, antes de irse a descansar. En ellas bailamos, nos disfrazamos, hicimos concursos, cantamos, pero sobre todo y lo más importante, nos reímos y nos lo pasamos fenomenal.

Muchísimas gracias al personal de la Fundación Carriegos por ser tan cercanos, amables y estar pendientes de todo, especialmente a los monitores y a los participantes por darnos tantos momentos inolvidables.

Por último, destacar que la celebración del turno ha sido posible al desarrollo del Programa de Ocio y Turismo del IMSERSO y a la colaboración inestimable de la Confederación ASPACE.