Toy fartuco/a
Ye muy prestoso
Todo empezó cuando
nos dijeron que nos
íbamos a Felechosa.
No pudo haber noticia
más maravillosa.
Tierra asturiana nunca
habíamos visitado,
Así que, preparamos las
maletas y el visado.
En la residencia nos recogió
un autobús con un gran motor
Al volante Alberto, el chófer
más encantador.
Juntos emprendimos
este viaje,
con ilusión por conocer
a algún guaje.
Qué decir de Ovideo
Que comimos de miedo.
Rodamos por sus calles
y avenidas
sin dejar de pensar en
su rica comida.
Con Mafalda sacamos
fotos
y hasta la Regenta
fuimos como motos.
Nos recogimos al hotel
de Felechosa
y Rubén nos sirvió una
cena muy jugosa.
Un camarero muy divertido,
que hasta con nosotros vino
a ver del mundial, el
primer partido.
Al acuario de Gijón nos fuimos
al día siguiente
y allí todos los peces
nos siguieron la corriente.
Nuestro guía nos enseñó
erizos, estrellas y pepinos de mar
y de hecho, hasta los
pudimos tocar.
Probamos cachopo y
el picadillo de jabalí
y por la tarde a comprar
souvenirs.
Visitamos el museo de
la minería,
con un casco y mucha
chulería.
Y esa tarde llegamos a
Mieres
y como no, en "donde fueres
haz lo que vieres"
Así que nos pusimos a escanciar
y todos la sidra quisimos probar!
Además, conocimos a
Ricardo y Silvino,
dos hermanos que tenían
un molino.
Os recomendamos que
lo vayáis a visitar
porque en silla eléctrica
se puede pasar.
Pero no todo va a ser
trabajar,
así que esa tarde al spa
nos fuimos a relajar.
Nos pusimos gorro
y bañador
y venga a pasar calor.
Porque en el spa La Minería
el agua está todo menos fría.
Y aquí llega el final de
nuestro viaje,
que nos quedará siempre
grabado como un tatuaje.
Con mucha pena dejamos
La Felechosa,
que sin lugar a dudas nos
ha parecido de lo más
hermosa.
APAMP-Vigo
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