Esta no es la primera vez que viajamos hasta este pueblo de la vecina Asturias, pero estábamos decididos a disfrutarlo como si lo fuera.
Nuestro periplo comenzó el día 1 de septiembre saliendo hacia Asturias en autobús adaptado desde nuestras instalaciones residenciales de Navia (Vigo): 20 personas, 11 mujeres y hombres de la entidad y 9 profesionales, llenos de ilusión por pasar unos días diferentes en nuestra querida vecina Asturias.
Durante el viaje, todos y todas nos pusimos al día acerca de nuestras aventuras veraniegas y, cuando nos quisimos dar cuenta, ¡ya era hora de comer!
Estábamos por la A-6 y, lo creáis o no, nos costó muchísimo encontrar un restaurante en una estación de servicio o similares que estuviese adaptado. Después de parar en varias de ellas sin resultado y con lluvia incluida, tuvimos que ponernos creativos y buscar otras opciones. Llegamos a Castropol y allí pedimos comida para llevar, haciendo un picnic improvisado en el bus. Las croquetas de jamón nos subieron un poco el ánimo y continuamos.
Llegamos a Felechosa sobre las 19h y nos dispusimos a instalarnos en nuestras habitaciones y bajar a cenar. Ya habíamos estado antes en las instalaciones de la Residencia Spa “La Minería” y esperábamos encontrarnos de nuevo con un querido amigo y trabajador del centro: Rubén, nuestro acompañante favorito en las cenas.
Rubén es la amabilidad personificada y nos hizo sentir, desde el principio, como en casa. Lo conocimos el año pasado y teníamos muchas ganas de reencontrarnos con él. Tras la cena, ¡dormir y prepararnos para las visitas y excursiones que nos esperaban en los próximos días!.
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