Este año nos hemos trasladado de nuevo del Cantábrico al Mediterráneo para disfrutar de unas merecidas vacaciones, que debido a la pandemia que nos ha asolado a todos, llevábamos 2 años sin poder viajar. ¡POR FIN!.
Nuestras vacaciones, en la última semana de septiembre, han trascurrido en Roses (Girona), una bonita y costera localidad de la Costa Brava, perteneciente a la comarca del Alto Ampurdán.
Hemos pasado una semana muy agradable, disfrutando del buen tiempo, los paseos por la zona Marítima y de los baños en la piscina.
Desde allí nos desplazamos un día a Figueres para ver el Museo de Dalí y callejear por la zona centro.
Otro día fuimos a Castelló d’Empuries, donde visitamos su Iglesia de estilo gótico y estuvimos recorriendo sus avenidas principales. Por último, visitamos Cadaqués, pueblo marinero, encantador, con sus casitas blancas a lo largo de toda la colina, con vistas al puerto y al mar.
Un viaje que invitamos a todo el que haya pensado en hacerle para que no lo dude y disfrute de esos maravillosos paisajes, de la gastronomía y de sus gentes.
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