En la Escuela Esclat ha incorporado una pantalla interactiva que está transformando las aulas en espacios más participativos, accesibles e inclusivos.
¡En la Escuela Esclat estamos de enhorabuena! Gracias al apoyo de la Fundación GMP y la Confederación Aspace, el centro ha incorporado una pantalla interactiva que ha revolucionado la forma en que nuestros alumnos con parálisis cerebral y otras discapacidades similares acceden al aprendizaje.
La pantalla interactiva se ha integrado en el aula para trabajar diversas materias del currículo escolar. Este curso, el proyecto de estudio gira en torno a los continentes, y los alumnos han podido buscar imágenes de animales autóctonos de Oceanía, fomentando su curiosidad por la ciencia y el medio ambiente. Además, se han implementado aplicaciones de matemáticas y lengua que permiten trabajar conceptos de manera adaptada y dinámica. Una de las novedades más destacadas es el uso del lápiz de conversión, que ha facilitado el aprendizaje de la escritura a los alumnos.
Hasta el momento, siete alumnos han comenzado a beneficiarse de esta herramienta, pero el objetivo es ampliar su uso a todo el alumnado del centro.
La pantalla interactiva no solo ha mejorado el aprendizaje, sino que también ha tenido un impacto positivo en otros aspectos de la vida de los alumnos:
La pantalla interactiva fomenta la autonomía de los alumnos, ya que el acceso semiautónomo a la información favorece su independencia y capacidad para tomar decisiones, al tiempo que los contenidos adaptados enriquecen su conexión con el entorno. A nivel emocional, las grandes dimensiones y los múltiples puntos de interacción permiten que alumnos con motricidad limitada realicen acciones similares a las de una tablet convencional, mejorando así su autoestima y satisfacción personal. Además, la calidad de la imagen facilita que los alumnos con dificultades de visión disfruten plenamente de vídeos y otros recursos visuales. Por último, los juegos interactivos y la colaboración potencian la cohesión social y el trabajo en equipo, mejorando las relaciones entre los compañeros.
Además de los beneficios educativos, esta nueva tecnología estimula físicamente a los alumnos a través del movimiento necesario para interactuar con la pantalla, mejorando así su calidad de vida. Esta estimulación también facilita la detección de los intereses particulares de cada niño o niña, permitiendo al personal docente personalizar aún más sus planes de aprendizaje.
Desde Esclat, queremos expresar nuestro agradecimiento a la Fundación GMP y a la Confederación ASPACE por esta oportunidad. La pantalla interactiva no es solo una herramienta tecnológica, sino un motor de transformación para el alumnado, que ahora puede explorar, aprender y crecer de una manera más autónoma, divertida y adaptada a sus necesidades.
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