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En este artículo intento explicar las sensaciones que me trasmitieron las Jornadas del día Mundial de Parálisis Cerebral.

Los días 2 y 3 de octubre se celebraron las Jornadas del día Mundial de Parálisis Cerebral en la ciudad de Oviedo. Yo tuve la suerte de poder ir porque la dirección de “La Muntanyeta” así lo considero oportuno. Siempre que tengo la oportunidad de acudir a este tipo de actos me siento tremendamente valorado por las personas que han confiado en mí, al igual que una responsabilidad muy grande hacía mis compañeros que dejo en el Centro, por llevarme algunas ideas de las Jornadas que se puedan aplicar en nuestro día a día.

Al principio de las jornadas yo intente verlas globalmente, para intentar no perderme ningún punto de vista, y haciendo un buen ejercicio de memoria porque yo no tengo la facultad de sostener un blog de notas para escribir a mano. Pero me fui dando cuenta según pasaban los ponentes que yo me iba quedando con lo que verdaderamente me importaba, y es normal que hallan discursos y palabras que te lleguen más o menos según con las personas con las cuales trabajas, tus vivencias personales, o tu criterio.

Personalmente me encantaron las reflexiones de algunos ponentes, trabaja en todo momento por lo que tú quieres, y si puedes ejecutarlo hoy, no lo dejes para mañana porque nunca sabrás en que disposición estarás. Y valórate a ti mismo, eres el mejor activo que tienes.
Pero sus discursos, estaban apoyados en muchísimo trabajo para poder realizar sus sueños, porque la vida no le regala nada a nadie, y le da exactamente igual en las circunstancias en las que estés. Si, se puede decir que aquellas personas que subían subido al escenario me estimularon para no quererme ver reflejado en la letra de la canción Tranquilo majete de Los Celtas Cortos. https://www.youtube.com/watch?v=JK8ZPtUASr8

Ya para finalizar me gustaría hacer sugerencia sobre cuál debería ser la mascota de las Jornadas de Madrid 2016, a mi entender tendría que ser una hormiga, porque a pesar de que es un animal feo, que pasa totalmente inadvertido para mucha gente, y que otra pisa o maltrata. Sin embargo allá lo apuesta todo a su voluntad y constancia haga sol o llueva. Creo que ese modo de vida encaja bastante bien con lo que debería ser nuestra filosofía, ¿No lo creéis así?