Las entidades ASPACE
han gastado más de 12 millones
de euros para adaptar sus servicios
durante la pandemia del COVID 19.
Esta cifra aparece en el estudio
sobre el impacto del COVID 19
en las entidades ASPACE.
Este estudio es un documento
que recoge información sobre el COVID 19.
Esta información la han dado
560 personas de 35 entidades ASPACE.
Este documento se hizo
en los años 2020 y 2021.
Las entidades ASPACE han tenido
muchos gastos extra a causa del COVID 19.
Estos gastos fueron para contratar más personas.
Estas personas sustituían
a las que estaban enfermas con coronavirus.
También estos gastos fueron para comprar
mascarillas, trajes especiales
para proteger a los y las profesionales,
tablets u ordenadores, internet
o aparatos para renovar el aire.
Además, han tenido gastos
para acondicionar las distintas salas
de los centros.
Este estudio dice que estos gastos
que han tenido las entidades
debían ser pagados
por las administraciones públicas.
Este estudio dice que en 2020
las administraciones públicas
solo pagaron una parte muy pequeña de estos gastos.
En 2021 las ayudas de las administraciones públicas
aumentaron un poco más que en 2020,
pero pagaron una cantidad pequeña.
En el estudio también aparece
el impacto que la pandemia del COVID 19
ha tenido en la salud de las personas.
Tanto en la salud física como en la emocional.
Más de la mitad de las personas con parálisis cerebral
que han participado en el estudio
han dicho que su estado de ánimo
ha cambiado durante la pandemia.
Una gran parte de las personas con parálisis cerebral
que han participado en el estudio
ha dicho que necesitaron ayuda
de un profesional de la psicología.
Alguna persona pudo tener esta ayuda
gracias a su entidad ASPACE.
La gran mayoría de las familias
y la mayoría de profesionales y voluntariado
también han dicho en este estudio
que su estado de ánimo cambió en la pandemia.
La gran mayoría de las familias
y la mayoría de profesionales y voluntariado
han dicho que se han sentido preocupados,
nerviosos, con ansiedad, estrés y tristeza.
También las personas con parálisis cerebral
han dicho que se han sentido preocupadas,
nerviosas, con ansiedad y tristeza durante la pandemia.
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Esta nota está adaptada a lectura fácil
Adaptar:
Hacer que una cosa encaje
con otra o sea apropiada para algo.
Impacto:
Efecto que ha producido en este caso la pandemia
en las entidades ASPACE.
Gastos extra:
Gastos que no son los que tenemos habitualmente.
Contratar:
Pactar o llegar a un acuerdo entre dos personas
para llevar a cabo un servicio a cambio
de dinero u otros beneficios.
Renovar:
reemplazar algo, en este caso el aire.
Acondicionar:
organizar un lugar, una estancia
o habitación.
Administraciones públicas:
Conjunto de los organismos
de gobierno de una nación.
Emocional:
Que está relacionado con la emoción
o pertenece a la emoción.
Versión sin adaptar a lectura fácil
Entidades de personas con parálisis cerebral del Movimiento ASPACE gastaron más de 12 millones de euros para adaptar sus servicios durante la pandemia
Según el Estudio del Impacto del COVID-19 en el Movimiento ASPACE elaborado por Confederación ASPACE con el objetivo de conocer cómo ha afectado la pandemia a las personas con parálisis cerebral, a sus familias, a profesionales y a personas voluntarias, así como el impacto y sobrecoste económico para las entidades ASPACE.
Las entidades del Movimiento ASPACE gastaron más de 12 millones de euros para adaptar sus servicios durante los años de pandemia según los datos recogidos en el ‘Estudio del Impacto del COVID-19 en el Movimiento ASPACE’, elaborado por Confederación ASPACE.
El documento se ha realizado gracias a la recogida de información a través de encuestas y entrevistas en profundidad durante los años 2020 y 2021 a 560 personas de hasta 35 entidades del Movimiento ASPACE. De esta manera, la elevada tasa de respuesta desvela el alto impacto que ha supuesto la situación provocada por el coronavirus para el conjunto del Movimiento Asociativo, en concreto, para las personas con parálisis cerebral y sus familias, profesionales y voluntariado de las entidades ASPACE; así como para la sostenibilidad de éstas.
En total, son 85 las entidades y 230 los centros que han tenido que realizar un sobreesfuerzo económico, tanto en 2020 como en 2021, para seguir respondiendo a las necesidades de las personas con parálisis cerebral y sus familias.
En concreto, este gasto que han tenido que asumir viene derivado del refuerzo del personal en distintos centros y servicios debido a bajas y sustituciones, del desembolso en EPIS, dispositivos electrónicos, internet y sistemas de renovación de aire, así como de la adecuación de los diferentes espacios físicos y la adaptación de los servicios a la normativa sanitaria vigente.
En este sentido, según la investigación, en la mayor parte de los casos el sobreesfuerzo económico realizado por las entidades no ha venido acompañado por el apoyo de las administraciones públicas responsables de garantizar estos servicios. De hecho, se observa que ha habido un alto desequilibrio en 2020 entre los sobrecostes de la pandemia para las entidades ASPACE y las ayudas u otras fuentes de financiación a las que han podido acceder para paliar la situación.
En concreto, en 2020 los datos recabados revelan que las ayudas recibidas solo han cubierto el 1,53% de los sobrecostes a los que se han enfrentado. En 2021, si bien se observa un incremento en la financiación obtenida, el estudio revela que se siguió produciendo una situación deficitaria ya que las ayudas recibidas solo alcanzaron a cubrir el 30,19 % de los sobrecostes asumidos por las entidades a consecuencia de la pandemia.
IMPACTO EMOCIONAL
El estudio también incide en el impacto que la pandemia ha tenido para las personas con parálisis cerebral y sus familias; profesionales y voluntariado en relación con su salud física y emocional; conciliación; economía familiar y empleo; y limitaciones y dificultades de las medidas de protección frente a los contagios en el desarrollo de los servicios o actividades de voluntariado.
En relación con el impacto emocional, el 50,7% de las personas con parálisis cerebral manifiesta que su estado de ánimo se ha visto afectado bastante o mucho. Asimismo, el 41,8% asegura que ha necesitado apoyo psicológico profesional como consecuencia del COVID-19 y el 32,8% afirma que ha podido acceder al mismo a través de su entidad ASPACE, que se lo ha facilitado.
En relación con los demás grupos, el 78,1% de las familias, el 61% de profesionales, y el 64,7% del voluntariado también ha visto afectado su estado de ánimo como consecuencia del COVID-19.
En general, los estados emocionales que más han experimentado han sido la preocupación, el nerviosismo, la ansiedad, el estrés y la tristeza. Las personas con parálisis cerebral también aprecian de forma frecuente estados de aburrimiento y desmotivación.
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