La delegada de Derechos Humanos y coordinadora de incidencia de Confederación ASPACE, Ángeles Blanco, ha puesto sobre la mesa la realidad de las mujeres con parálisis cerebral y con grandes necesidades de apoyo
Confederación ASPACE ha participado en una jornada organizada por el Ministerio de Igualdad con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que ha tenido como título ‘Mujeres especialmente vulnerables a la violencia sexual: análisis y vías de solución’.
El objetivo de la jornada era visibilizar las diferentes situaciones de violencia ejercidas sobre colectivos vulnerables como son las mujeres con discapacidad, así como analizar las consecuencias desde una perspectiva jurídica y social.
En concreto, ha sido la delegada de Derechos Humanos y coordinadora de incidencia de Confederación ASPACE, Ángeles Blanco, quien ha participado en esta jornada y ha puesto sobre la mesa algunos datos que ponen de manifiesto la realidad de muchas mujeres con discapacidad y en particular, de las que tienen parálisis cerebral y mayores necesidades de apoyo.
Así, Blanco ha explicado que “en el imaginario social, existe una visión capacitista de las mujeres con parálisis cerebral, que no son percibidas en su condición de mujer sino como perceptoras de cuidados, lo que las hace más vulnerables y estar menos empoderadas”. “Esta situación de especial vulnerabilidad por la discriminación interseccional que viven como resultado de la conjunción de su género y su discapacidad, hace más proclives a las mujeres con parálisis cerebral a vivir situaciones de violencia durante su vida”, ha resaltado Blanco durante su ponencia.
En este sentido, ha recordado que según datos recogidos por la asesoría jurídica de Confederación ASPACE, “el 84,74% de los casos de violencia ejercidos sobre mujeres con parálisis cerebral, son de naturaleza sexual y que el perfil de la víctima, suele ser una mujer con grandes necesidades de apoyo a nivel físico y de la comunicación”.
“No es casualidad que los agresores elijan a mujeres que carecen de comunicación oral que necesitan utilizar Sistemas Aumentativos y Alternativos de la Comunicación (SAAC)”, ha lamentado Blanco. “Se aprovechan del vacío legal existente y de las trabas que encuentran para denunciar y declarar ya que los canales de denuncia como el 016, el 112 o el 091 no están adaptados a la comunicación alternativa y, si se llegara a realizar la denuncia, las casas de acogida tampoco están adaptadas provocando cambios y mudanzas constantes en que no ayudan al proceso de recuperación”.
Sobre cuestiones que ayuden a prevenir, sensibilizar o detectar la violencia sexual sobre mujeres con parálisis cerebral, Blanco ha destacado dos medidas relevantes como son el Convenio de Estambul, que ha sido ratificado recientemente por la UE y que establece la violencia sexual como una manifestación de la violencia de género; y el reconocimiento de la Comunicación Aumentativa y Alternativa en la Ley 6/2022, así como la incorporación de la persona facilitadora de la comunicación en la ley 8/2021. Sin embargo, ha resaltado que todavía queda un largo camino por recorrer y que existen multitud de carencias para que esta cuestión sea una realidad para garantizar que las personas con parálisis cerebral y otras personas con necesidades comunicativas puedan comunicarse en el ámbito jurídico.
En este sentido, ha hecho alusión a la reciente publicación y presentación del protocolo para el abordaje integral de mujeres con parálisis cerebral y con grandes necesidades de apoyo víctimas de violencia sexual, elaborado por Confederación ASPACE.
El documento, cuenta con pautas de intervención en el ámbito policial y judicial desde el momento de la denuncia hasta el final del proceso judicial para la atención a mujeres y niñas con parálisis cerebral víctimas de violencia para que su intervención sea lo más adecuada posible para salvaguardar sus derechos y evitar su revictimización.
Por último, Blanco ha hecho un llamamiento a toda la sociedad para desterrar estos feminicidios. “Las mujeres con parálisis cerebral enfrentan desafíos únicos en su vida diaria, pero esto no justifica ni tolera el sufrimiento adicional causado por la violencia sexual. Es fundamental que reconozcamos la intersección de estas experiencias y nos comprometamos a ser agentes del cambio que desean ver en el mundo”, ha finalizado.
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