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La desescalada en los servicios de atención a las personas con parálisis cerebral

Confederación ASPACE lidera el Movimiento Asociativo de 85 entidades que aglutina a 230 centros de atención directa, 5.300 profesionales y 20.700 personas asociadas. Desde la puesta en marcha de las medidas diseñadas para contener la pandemia del COVID-19, la Confederación y sus entidades miembro han actuado con responsabilidad y sin dejar atrás a las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades con grandes necesidades de apoyo y a sus familias. Este doble compromiso, con la sociedad y con nuestro propio colectivo; especialmente vulnerable ante el coronavirus, ha sido posible gracias al esfuerzo y a la solidaridad de las propias familias y personas con parálisis cerebral, de trabajadores y trabajadoras de nuestras entidades y de todas las organizaciones ASPACE; así y como de las empresas e instituciones que nos han brindado su ayuda durante esta crisis de salud pública.

Son los mismos valores de responsabilidad y compromiso los que nos llevan a abrir una reflexión ante el proceso de desescalada que comenzó el pasado 11 de mayo en muchas Comunidades Autónomas. Del mismo modo en que con el inicio del Estado de Alarma proponíamos una serie de medidas esenciales para garantizar la calidad de vida del colectivo, el derecho a la salud de las personas con parálisis cerebral y sus familias y la sostenibilidad a medio y largo plazo de las entidades de atención a las personas con parálisis cerebral; vemos adecuado plantear estrategias para regresar de forma segura a la normalidad y asegurar recursos que mantengan en activo a los centros de atención y permitan impulsar nuevos servicios adaptados a las circunstancias de la desescalada poniendo en primer lugar la seguridad y el bienestar de un colectivo vulnerable como es el de las personas con parálisis cerebral y sus familias.

Las entidades ASPACE están trabajando para consensuar el carácter de estas medidas y desarrollar protocolos de atención adecuados para cada una de las fases de desescalada. Además, instamos de nuevo a las distintas Administraciones y a la sociedad en general a participar de este nuevo impulso al Movimiento Asociativo de la parálisis cerebral. Creemos que las acciones a realizar para garantizar en todo momento una atención adecuada a personas con pluridiscapacidad y a sus familias pasan por tres aspectos clave:

  • El desarrollo de mecanismos de coordinación con la Administración Pública, proveedores y empresas colaboradoras:

Es necesario que los protocolos de prevención y actuación en el COVID-19 estén adecuados a la realidad de los centros y servicios de las entidades de atención a la parálisis cerebral. Por ello, los protocolos deben de partir de grupos de trabajo en el que participen profesionales del Movimiento ASPACE junto a Administraciones públicas sanitarias, educativas y sociales; así y como con empresas de prevención de riesgos laborales. Los acuerdos alcanzados deben incorporar medidas ante contagios y valorar la apertura gradual de los Centros según sus características.

En el ámbito económico, la coordinación con la Administración Pública debe contemplar la flexibilización de las condiciones que afecten a conciertos, convenios, contratos públicos o subvenciones vigentes. Además, como ya indicamos al inicio del Estado de Alarma, la atención a un colectivo con pluridiscapacidad, como es el de las personas con parálisis cerebral, requiere una gran dedicación de recursos; más en estos momentos, en los que es necesario reforzar las plantillas de las entidades para proponer nuevas modalidades de atención e impulsar nuevos programas adaptados a las circunstancias actuales.

  • Proteger a profesionales para cuidar a las personas: La puesta en marcha de los servicios en las entidades ASPACE.

La base de nuestro Movimiento Asociativo es el compromiso de quienes trabajan en él para desarrollar el enfoque social de atención a la parálisis cerebral. Agradecer a trabajadoras y trabajadores es también ofrecerles las condiciones más adecuadas para desarrollar su labor y garantizar así que los servicios de promoción de la autonomía personal de las entidades ASPACE siguen siendo una realidad. Resulta imprescindible dotar a todos los centros ASPACE de EPIs y material de desinfección, realizar test masivos a equipos profesionales y personas usuarias, ofrecerles apoyo psicológico y formarles sobre el uso, higiene y mantenimiento de EPIs. Estas medidas se deberían de hacer extensivas a las empresas subcontratadas por las entidades ASPACE. Finalmente, las bolsas de trabajo de profesionales del ámbito sociosanitario demandadas desde el inicio del Estado de Alarma; han de hacerse efectivas para poder cubrir bajas con las que cubrir la ampliación de personal dedicado a la atención domiciliaria.

  • Garantizar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral y sus familias.

Las acciones marcadas en el punto anterior permitirán apostar por servicios ahora en riesgo que promueven la autonomía personal, calidad de vida y participación de las personas con parálisis cerebral. También facilitarán que se retomen los apoyos tanto en el domicilio como en los centros ASPACE; dependiendo de la situación de cada persona e intensificando las medidas de protección, desinfección e higienización de los espacios y medios de atención. Las familias han soportado sin respiros toda la atención durante la cuarentena, provocando situaciones de tensión emocional y carencias de atención a las personas con parálisis cerebral. Es importante reforzar la atención a domicilio y, en los casos en los que sea posible, facilitar traslados a centros priorizando el uso del vehículo privado flexibilizando los horarios de acceso a las entidades.

Las entidades del Movimiento ASPACE desarrollan sus servicios de atención desde un enfoque social de derechos. Apostamos por la participación y el empoderamiento de las personas con parálisis cerebral, y por su calidad de vida y la de su entorno familiar. Desde esta perspectiva se han mantenido canales de atención durante la cuarentena y con ella se están acordando protocolos de trabajo comunes en servicios de atención temprana, centros de día, centros ocupacionales, centros de educación especial, residencias, servicios de orientación, información y apoyo a familias; servicios de habilitación funcional y servicios de ocio y tiempo libre. Garantizar la sostenibilidad actual y futura de estos centros y de la atención que proveen, significa mantener un horizonte de inclusión para las 120.000 personas con parálisis cerebral que viven en España.

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