El equipo profesional de los centros ASPACE detecta en un primer momento la alteración de deglución y nutrición que puede tener la persona.
Comenzar o no la alimentación con dieta enteral, o bien alternarla con la oral será decisión del equipo médico.
Una dieta enteral es aquella en la que el alimento pasa directamente al estómago o al intestino delgado, a través de un dispositivo llamado sonda. Este tipo de dieta se utiliza en aquellas personas en las que la alimentación oral no garantiza su seguridad debido a problemas en la deglución, ni le aporta una nutrición e hidratación adecuadas.
En las personas con parálisis cerebral es el equipo profesional de los centros ASPACE quien normalmente detecta las alteraciones que puedan surgir. Posteriormente, como comenta Margarita Velázquez, coordinadora del departamento de logopedia de la entidad ATENPACE, “ se solicita al equipo médico especialista una evaluación instrumental, donde se indicará la necesidad de continuar con alimentación por vía oral o comenzar con una dieta enteral.”
Si finalmente se opta por este tipo de dieta, la principal ventaja que se va a conseguir para la persona es garantizar su estado nutricional y su seguridad a la hora de alimentarse. Además, la dieta enteral permite poder seguir trabajando la vía oral en aquellas personas que el equipo médico considere oportuno, llegando a tener una nutrición mixta como transición a una oral o pudiendo mantener los dos tipos en el tiempo. Tras tomar la decisión se realizará un seguimiento de la persona por parte del equipo médico de referencia.
La nutrición enteral puede darse a través de una dieta tradicional licuada o bien con fórmulas específicas. La modalidad y las cantidades a consumir siempre estarán pautadas por el profesional especializado. En cuanto a la administración, se realiza mediante una sonda que queda en el exterior del cuerpo, a través de un sistema de infusión y propulsión. En palabras de Sara Rodríguez, enfermera de ATENPACE, “dependiendo del punto de entrada de la sonda en el cuerpo hablaremos de nutrición enteral a través de sonda nasal, recomendada para un uso transitorio, o nutrición enteral a través de estoma –una pequeña apertura en la piel- que irá al estómago o al intestino delgado. Cada tipo de sistema necesita de un material específico que será pautado por el equipo médico especialista.”
Siempre que la seguridad y la nutrición se puedan garantizar por vía oral, la nutrición enteral es reversible, Margarita Velázquez, asegura que “de hecho en población infantil principalmente nos encontramos casos en los que siendo portadores de sonda, con una buena intervención logopédica, a lo largo del tiempo y siempre y cuando no haya alteraciones de la seguridad que lo impidan, se acaba quitando la sonda priorizando la alimentación por vía oral. “
En los centros hospitalarios donde se colocan los dispositivos de nutrición enteral, informan a las familias de los cuidados específicos que la sonda debe tener y de cómo administrar los alimentos y medicamentos a través de la misma. Además, el servicio de enfermería de los centros de ASPACE también asesora y acompaña en este proceso a las familias.
Un cambio en el tipo de alimentación de estas características puede conllevar rechazo por parte de la persona con parálisis cerebral así como de sus familiares. Desde los centros ASPACE, asegura Sara Rodríguez, “intentamos acompañarles en el proceso y favorecer la aceptación y adaptación al cambio, explicándoles la importancia del mismo y enfatizando los beneficios que le va a aportar la nutrición enteral. “
Para conocer más sobre la alimentación de las personas con parálisis cerebral : Comer es más que alimentarse y Guía de alimentación para personas con parálisis cerebral.
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