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La corresponsabilidad en los cuidados de las personas con grandes necesidades de apoyo es un tema pendiente en nuestra sociedad

El 71,5% de las mujeres prestan cuidado no profesional a sus familiares con grandes necesidades de apoyo frente al 28,5% de los hombres.

En nuestro Congreso del Día Mundial de la Parálisis Cerebral 2021 trataremos la corresponsabilidad en el seminario web del miércoles 6 de octubre.

Según el estudio “Derechos y Parálisis Cerebral” elaborado por Confederación ASPACE, el 71,5% de las mujeres prestan cuidado no profesional a sus familiares con grandes necesidades de apoyo frente al 28,5% de los hombres. Una situación que se perpetúa en el tiempo, ya que, ante el envejecimiento de la persona cuidadora suelen ser las mujeres más jóvenes (hermanas o primas) quienes recogen el testigo.

Esther Castellanos, socióloga, agente de igualdad y dinamizadora de nuestro seminario web sobre corresponsabilidad del Congreso del Día Mundial de la Parálisis Cerebral 2021, comenta que “la razón viene de los mandatos de género que asumimos las mujeres, entre ellos cuidar a las demás personas de la unidad familiar. Vivimos en un modelo de cuidados que se basa en las familias y el apoyo informal, en la división sexual del trabajo donde las mujeres se encargan de la reproducción social de la vida. Esto se traduce en un trabajo invisible, poco valorado y no retribuido.”

Toda esta situación genera consecuencias en la vida de las mujeres, con impactos en la esfera económica y laboral debido a las oportunidades profesionales. También en la esfera familiar y vital, en cuanto a la disponibilidad o no de tiempo propio y de autocuidado.

Victoria Torrero, madre y principal cuidadora de su hijo con parálisis cerebral y grandes necesidades de apoyo así lo corrobora: “no he podido desarrollarme profesionalmente como me hubiera gustado ya que dejé toda mi vida a un lado para dedicarme en cuerpo y alma a él, para que mi hijo tuviera mejor calidad de vida.”

La corresponsabilidad es el escenario deseable para lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Según Castellanos “es necesario que la carga mental que suponen estos cuidados esté repartida y consensuada. De esta forma mejorará la vida de quienes los proporcionan, en este caso las mujeres, porque perciben que no recaen solo en ellas.”

Un ejemplo del bajo porcentaje de hombres cuidadores es Miguel Ángel Muñoz. Él asegura que en su caso actualmente sí existe corresponsabilidad en el cuidado de su hija María, pero por la situación de pandemia. “La madre de mi hija está en un ERTE y puede compaginar los cuidados de María al 50% conmigo. Pero cuando termine, la mayoría del tiempo estará María a mi cuidado.”

Para avanzar hacia un escenario en el que más hombres se sumen a los cuidados y compartan las responsabilidades que estos requieren; es necesario promover iniciativas que supongan una ruptura con lo que han interiorizado las mujeres durante décadas y que reproducen a lo largo de su vida. Han de saber que tienen compañeros de viaje a los que sumar en esa tarea, además del acompañamiento de profesionales.

Esther Castellanos comenta que serían necesarias “iniciativas de apoyo emocional a las mujeres para que no sientan sobre sus espaldas que el peso lo llevan solas, y que puede haber un momento para ellas para conectarse con otras mujeres y generar autocuidados.”

Para quienes además de atender a sus familiares tienen un trabajo remunerado, el teletrabajo puede ser una medida de flexibilización y una buena solución para el cuidador o cuidadora. Para ello es imprescindible dotar a la persona trabajadora de infraestructura y de ritmos concretos de trabajo. Otras medidas para ayudar a la conciliación pueden ser la flexibilización en la hora de entrada y salida o el trabajo por objetivos.

Las familias participantes en el seminario creen que las soluciones pasan por leyes que aseguren apoyo económico para disponer de tiempo de dedicación a los cuidados y permitan la conciliación de ambos cuidadores. Una de las ayudas a la que pueden acceder estas familias es la prestación CUME. Se tramita a través de la Seguridad Social y es un subsidio que viene a compensar la pérdida de ingresos de las personas cuidadoras de las familias que trabajan, y que reducen su jornada y su salario para cuidar a su familiar con grandes necesidades apoyo. Sin embargo, es necesario que esta prestación se amplíe a lo largo de toda la vida de la persona con grandes necesidades de apoyo, y no solo cuando es menor tal y como sucede hoy día.

La corresponsabilidad deber ser el motor de la igualdad efectiva no solo en los hogares, a partir de un cambio de mentalidades, sino con la puesta en marcha de políticas coherentes y de acciones dentro de las empresas y entidades. Son tres ejes que han de caminar de la mano para favorecer la calidad de vida de las mujeres y la igualdad de género. Los cuidados nos atañen a todos y a todas como sociedad.

Para más información sobre corresponsabilidad en los cuidados de personas condes necesidades de apoyo:

INSCRÍBETE AL SEMINARIO WEB “LA PIEDRA ANGULAR PARA SOSTENER LA VIDA: LOS CUIDADOS Y SUS IMPACTOS EN LA VIDA DE LAS MUJERESES POSIBLE LA CORRESPONSABILIDAD?”

CONOCE EL RESTO DEL PROGRAMA DE NUESTRO CONGRESO DEL DÍA MUNDIAL DE LA PARÁLISIS CEREBRAL 2021

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