Viajamos de nuevo a Pamplona para alojarnos en la Residencia Universitaria Camplus, lo que ha sido un acierto, ya que es un lugar muy bien ubicado, con zonas comunes y habitaciones adaptadas donde los trabajadores son increíbles, en especial las personas del comedor, de quienes hemos recibido siempre un trato excelente y una gran cercanía.
Los primeros días hemos optado por ir a la piscina Aquabide que se encuentra muy próxima a la residencia, cuenta con ascensor para poder acceder a las instalaciones, jacuzzi, toboganes y rampa de acceso al agua. También hemos paseado por el centro histórico en especial por la emblemática calle Estafeta, tan conocida por los encierros de los San Fermines, y la Plaza de los Fueros.
Pamplona nos está demostrando ser una ciudad increíble, muy accesible y donde se respira muy buen ambiente.
Esto todavía no ha terminado, así que seguiremos disfrutando de sus calles, su gente y su buen ambiente.
¡Os seguiremos informando!
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